Bizcocho relleno de chocolate y nata

Receta ↓ Ángela Solar

Este bizcocho relleno de chocolate y nata es delicioso, suave y esponjoso. Con un intenso sabor a cacao y una suave capa de nata, ¡es el postre perfecto para cualquier ocasión! Además, es una sencilla receta sin complicaciones que te encantará preparar.

Ingredientes estrella

Para que este dulce sea un éxito rotundo, vamos a necesitar unos ingredientes que realmente hagan brillar cada bocado.

• Harina de trigo – La base de nuestro bizcocho, que aportará esa textura esponjosa que todos buscamos. Si prefieres, puedes experimentar con harina integral para una versión más saludable.
• Azúcar – Dulzura en su justa medida, puedes ajustar la cantidad a tu gusto o incluso optar por alternativas como el azúcar de coco.
• Huevos – Son el pegamento que une todos los sabores, y si son de corral, ¡mucho mejor!
• Chocolate – Yo soy de los que no escatiman en calidad cuando se trata de chocolate. Un buen negro es esencial para ese relleno intenso y seductor.
• Nata para montar – La cremosidad que aporta la nata es insustituible, pero si buscas una opción más ligera, la nata vegetal puede ser tu aliada.
• Mantequilla – Aporta suavidad y riqueza al postre. ¿Has probado a usar mantequilla salada? Te sorprenderá el toque que da.
• Levadura química – El pequeño gran secreto para que el bizcocho crezca y quede esponjoso. Una pizca es suficiente.

Elaboración

¡Vamos a preparar juntos un delicioso bizcocho relleno! Siempre disfruto haciendo esta receta, especialmente en los días de reuniones familiares o cuando tengo invitados en casa. La combinación de sabores y texturas es simplemente irresistible.

Empezaremos por mezclar los ingredientes secos. En un bol, combinaremos la harina y la levadura química. Estos ingredientes son fundamentales para lograr un bizcocho esponjoso.

En otro bol, batiremos los huevos con el azúcar. Estos ingredientes aportarán humedad y suavidad, haciendo que se deshaga en la boca.

Una vez tengamos ambos grupos de ingredientes listos, los uniremos suavemente, mezclando con cuidado para no desmontar la masa. Después, hornearemos en un molde previamente engrasado durante unos 25-30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro salga limpio.

¡El relleno de chocolate y nata montada es mi parte favorita de este delicioso bizcocho! Recuerdo que cuando era pequeña, mi abuela me enseñó a preparar un relleno de chocolate casero y desde entonces, ¡no puedo resistirme a su sabor intenso y cremoso!

Para preparar el relleno de chocolate, comenzaremos por fundir el chocolate. Opto por el chocolate negro de calidad, debido a que proporciona un sabor más intenso y exquisito. Si prefieres un sabor más suave, puedes utilizar leche o incluso blanco.

Una vez fundido, añade la mantequilla y mezcla hasta que estén bien integrados. La mantequilla le dará una textura suave y cremosa al relleno, ¡perfecta para combinar con la nata!

Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir una cucharadita de extracto de vainilla o una pizca de sal. 

¡Preparaos, llega el momento más emocionante de nuestra receta! ¡Rellenar el bizcocho! Recuerdo la primera vez que lo hice, fue todo un éxito y mis amigos se chuparon los dedos. ¡Ahora es vuestro turno!

1. Con cuidado, corta el bizcocho horizontalmente por la mitad para obtener dos capas iguales. ¡Es como si estuvieras revelando un tesoro escondido!
2. Vierte el relleno de chocolate templado sobre una de las capas y extiéndelo uniformemente con una espátula. ¡Que no se escape ni una pizca de sabor!
3. Con ayuda de una manga pastelera o una cuchara, coloca la nata montada encima del relleno de chocolate. Si te atreves, puedes darle un toque especial añadiendo unos trocitos de fresa o frambuesa encima.
4. Coloca la segunda capa encima, presionando suavemente para que se adhiera al relleno. ¡Ya casi lo tenemos listo!
5. Decora el exterior del bizcocho con el resto de la nata montada. Puedes usar una manga pastelera con una boquilla lisa o rizada para crear un efecto más profesional. Por último, espolvorea con cacao en polvo para darle un toque final de elegancia.